Las inyecciones son un tipo de vulnerabilidad consistente en la realización de un envío de datos no confiables mediante una petición o consulta a un intérprete, por parte de un atacante, causando una disrupción en el flujo de ejecución o el comportamiento previsto inicialmente para la aplicación.
De esta forma, se pueden llegar a realizar acciones que van desde la extracción de información adicional sobre el sistema atacado, hasta el robo de una sesión de usuario o incluso la ejecución remota de comandos y la posterior toma de control del propio servidor web donde se aloja la aplicación.
Las inyecciones se han catalogado como las más críticas y constantes a lo largo de las sucesivas ediciones de los OWASP Top 10, debido a que pueden llegar a derivar en el control absoluto de la máquina objetivo. De hecho, han estado en el número uno de la lista durante todas las ediciones hasta la del 2021, donde bajó a la tercera posición.
Tipos de inyecciones
Como depende en gran medida, del intérprete utilizado, del lenguaje empleado o del sistema de almacenamiento empleado en el backend del servidor, hay también un importante número de inyecciones diferentes que se pueden dar, como son:
Inyecciones SQL (SQLi - SQL injections)
Permite la manipulación no deseada de los datos existentes en bases de datos no relacionales, modificando o alterando la información de los datos, o bien permitiendo la evasión de los sistemas de autenticación y/o autorizaciones existentes.
Contrariamente a lo que gente no experta suele opinar, este tipo de inyecciones no son una “cosa de los 90”. Hoy en día se siguen empleando inyecciones de tipo SQL (Structured Query Language), empleados en consultas o modificaciones de bases de datos relacionales. Un ejemplo claro ha sido incluso muchas veces, como se ha demostrado en una de las vulnerabilidades detectadas en el sistema TSA (Transportation Security Administration), que ha permitido ignorar la seguridad de 77 aerolíneas que usaban un sistema determinado para llegar a tener privilegios de administración con una de las inyecciones de este tipo más triviales.
Inyecciones NoSQL (NoSQLi -NoSQL injections)
Con la aparición de las bases de datos no relacionales, como MongoDB (donde los datos quedan almacenados en BSON, un formato de datos similar a JSON), CouchDB, o Redis, el tipo de inyección cambia para ajustarse a este tipo de información, pero el resultado puede ser igual de devastador.
Inyecciones de comandos (CI- Command Injections)
En este caso, lo que se “inyectan” son comandos no deseados en el sistema operativo subyacente.
Inyecciones LDAP (LDAPi - Ligthweight Directory Access Protocol injections)
En este caso, la explotación de la inyección viene dada por la manipulación no deseada de consultas LDAP o Protocolo Ligero de Acceso a Directorios, para acceder o manipular recursos de red o la autenticación de usuarios que empleen este tipo de protocolo en la aplicación web.
Inyecciones XML (XMLi - XML injection, XXE - XML eXternal Entity injection)
En este caso se manipulan las peticiones XML realizadas al servidor para incluir entidades no controladas, incluso entidades externas cargadas desde la propia máquina atacante (en el caso de XXE), para poder leer ficheros internos o incluso realizar ejecución remota de comandos.
Inyecciones XPath
En este caso se abusará de la manipulación de consultas XPath (lenguaje XML Path), para el acceso o modificación de datos, o atributos en documentos XML.
Uso de secuencias de comandos en sitios cruzados (XSS - CrossSite Scripting)
En este tipo de inyecciones, inicialmente se consideran inyecciones en el lado “cliente”, por afectar principalmente a la relación entra las aplicaciones web y lo que acontece en el navegador de los usuarios.
Pero este hecho, que inicialmente podría considerarse como no especialmente relevante, no lo es tal, si se considera que una XSS de carácter reflejado puede llevar a ataques de robo de identidad o robo de sesiones de usuario o, en el caso de los XSS almacenados, llevar a comprometer una infraestructura completa y no solo el defacement o desfiguración del aplicativo web.
Además, en combinación con otro tipo de ataques (el mencionado SQLi, u otros como SSRF-Server-Side Request Forgery, CSRF o XSRF-Cross-Site Request Forgery…) pueden ser especialmente peligrosos.
Destacan por la utilización de JavaScript (o lenguajes de scripting similares empleados en el cliente, como vbscript, aunque menos frecuente hoy en día) y HTML (HTMLi o HTML Injection).
Inyecciones de Plantillas del lado servidor (SSTI - Server-Side Template Injection)
Con la aparición de nuevos frameworks en servidores web como PHP, Spring en Java, Flask/Django en Python, Express (Node.js), a los backends tradicionales, surgieron ciertos motores populares de procesamiento de plantillas en el servidor web, como Jinja o Jinja2 (Python), Twig (PHP), Pug/Jade (Node.js), EJS (JavaScript), Freemarker (Java), etc.
Y con ellos, nuevos tipos de inyección abusando de estas plantillas existentes, donde, mediante su adecuada manipulación e inyección de comandos específicos, un atacante podría llegar a interactuar con todo el entorno del servidor, incluidos archivos o servicios existentes, o incluso el propio sistema operativo.
ORM Injection (Object-Relational Mapping Injection)
Si bien el uso de una capa de abstracción empleando Orientación a Objetos es muy deseable para evitar precisamente tipos de inyección SQL o NoSQL, evitando la construcción y manipulación directa de cadenas SQL, una mala implementación de ORM puede llevar al descubrimiento de información de la base de datos subyacente, mediante el empleo de consultas dinámicas manipulando la lógica de este tipo de objetos, de forma análoga a como se haría con un SQLi.
Se han descubierto en este sentido varias formas de inyección en ORMs populares como SQLAlchemy (para Python) o Hibernate (para Java).
Inyecciones de código (Code Injection)
El abuso de este tipo de inyecciones depende exclusivamente del tipo de lenguaje empleado para la ejecución dinámica de código en la aplicación web. Por ejemplo, PHP (con funciones como eval()) o Python.
Inyecciones de formato de cadena (Format String Injection)
Aquí la inyección vendría dada en las funciones de formato de cadena empleadas para la manipulación de datos de entrada de usuario, que permitirían la divulgación de información no deseada en el lado servidor, o la ejecución incluso de código arbitrario.
Inyecciones de expresiones regulares (Regex Injection)
La explotación de este tipo de inyecciones viene generalmente dada por la laxitud en la implementación de ciertas expresiones regulares empleadas en el sistema, permitiendo su manipulación para realizar ataques de obtención de información adicional, evasión de filtros, o incluso ataques de Denegación de Servicio (DoS).
Inyecciones de cabecera HTTP (HTTP Header Injection)
La inyección en este caso viene dada en la propia cabecera HTTP de las peticiones enviadas al servidor, permitiendo otro tipo de ataques como el envenenamiento de caché (Cache Poisoning) o la manipulación de cookies empleadas en la sesión de la aplicación.
De hecho, es habitual emplear otro tipo de inyecciones mencionadas dentro también de las cabeceras.
¿Por qué ocurren las inyecciones?
La mayoría de las inyecciones ocurren por un motivo común, independientemente del lenguaje empleado en el backend, de la infraestructura desplegada o de la configuración del servidor, que motivarán la elección del uso de unos tipos de inyección u otras.
El principal motivo es la falta de controles para la validación de los datos de entrada del usuario, así como también en la salida (o el procesamiento entre capas), de la información hacia el servidor.
No se debe olvidar que las peticiones iniciales pueden ser interceptadas tras pasar los filtros en el lado cliente, y manipuladas para afectar igualmente al servidor, siempre y cuando no se hayan establecido controles y validaciones especialmente en este lado.
Tampoco se deben concebir este tipo de ataques como ataques que afectan únicamente a aplicaciones web, siendo muchas de estas inyecciones descritas posibles (especialmente SQLi) en arquitecturas cliente-servidor no web (incluso donde el cliente y el servidor se encuentran en la misma máquina).
Medidas de mitigación
Como recomendaciones principales, se dan las siguientes:
- Se debe establecer una política de confianza cero en todo lo que respecta a los inputs que una aplicación puede recibir, estableciendo una sanitización adecuada, de tal forma que se escapen caracteres no deseados (evitando en la medida de lo posible el uso de listas negras y sustituyéndolas por las funcionalidades de seguridad en cuanto a escape de caracteres dependientes de las tecnologías empleadas).
- Se recomienda adicionalmente, el empleo de consultas parametrizadas en el caso de acceso a servidores de bases de datos, siguiendo las recomendaciones de seguridad de cada proveedor de bases de datos, así como de la tecnología empleada.
- Se deben realizar las debidas abstracciones de bases de datos para evitar la construcción directa de consultas SQL mediante un uso correcto de ORM (Object-Relational Mapping).
- Se deben implementar, con independencia de lo anteriormente citado, un correcto control de acceso, limitando los permisos en el servidor, tanto del servicio web en ejecución, como en el acceso a la base de datos, o a los directorios específicos donde se está ejecutando la aplicación, de tal manera que se limite severamente el acceso a otras áreas del servidor.
De esta manera, mediante un establecimiento del “principio de mínimo privilegio”, se restringirán al máximo los pasos posteriores de un posible atacante, en caso de haber obtenido éxito en la explotación de cualquiera de estos ataques.
- Recurrir a capas de protección adicionales, como son la ejecución de un WAF (Web Application Firewall), con unas reglas bien definidas para parar este tipo de ataques, o bloquear posibles automatizaciones en intentos de inyección.
Eso sí, sin confiar única y ciegamente en este tipo de sistemas, que también pueden ser evadidos.